Introducirse a una buena forestación en nuestro acuario

Especial Plantas

Introducirse a una buena forestación en nuestro acuario

 El acuario plantado no solo nos brinda un paisaje único, contribuye a la conformación de un ecosistema mucho más estable que permitirá que los peces se sientan más a gusto. La mejor posibilidad de generar un ambiente lo más natural posible depende de conocer los aspectos básicos para obtener con éxito mantener en buen estado nuestras plantas. En este artículo brindamos los aspectos generales para mantenerlas con éxito, para lo cual abordaremos los distintos tipos de plantas y sus requerimientos genéricos de plantado y poda.

Para tener una mínima capacidad de éxito con ellas, hace falta darnos cuenta que las plantas son seres vivos y que para poder vivir necesitan de una serie de cuidados y atenciones. Partamos de la base que si los peces son sensibles a la temperatura y a las condiciones acuáticas, las plantas también lo son.

 Podemos decir que existen al menos 10 tipos de plantas diferentes, pero básicamente la dividiremos en cinco grandes grupos de plantas aptas para la acuariofilia: plantas de tallo, plantas de bulbo, plantas de raíz (rizoma), plantas de roseta y plantas flotantes (a las que dedicaremos una nota especial). Cada uno de estos grupos tiene sus particularidades y conocerlas nos será de mucha utilidad para lograr sacarlas adelante.

Plantas de tallo

 Se caracterizan por asimilar casi todos los nutrientes a través de las hojas. Las raíces cumplen una mera función de anclaje. Estas plantas tienen el tallo poblado de nudos (anillos) más o menos equidistantes de los cuales les salen las hojas y en su caso también raíces. Algunas plantas integrantes de este grupo serían por ejemplo especies de la familia de la Cabomba y de la Hygrophila.

 Modo de plantado: Este tipo de planta requiere que se entierre varios de sus nodos. De esta forma conseguimos un mayor número de raíces y por tanto mayor sujeción. Para sacar mayor vistosidad a este grupo de plantas conviene plantarlas en grupo dejando la suficiente separación entre ellas para que sus hojas no se toquen. Así ninguna parte de la planta quedará sin luz y como consecuencia sin hojas.

 Modo de poda: Cada especie tiene sus particularidades pero como norma general aplicaremos siempre la poda a la mitad de dos nudos. Los trozos podados podrán ser esquejados siempre teniendo en cuenta la particularidad de enterrar varios nudos y dejar la suficiente separación entre las plantas. Para que la planta no se pudra los esquejes han de finalizar en un nudo.

 Cuando la planta madre y los esquejes han enraizado buscarán la superficie en busca de luz. Cuanto más cerca de la superficie menor será la distancia entre nudos. Por ello si vamos esquejando las partes superiores y eliminando las iniciales y deterioradas con el tiempo tendremos unas plantas mucho más frondosas.

 Algunos ejemplos de plantas de tallo: althernantheras, bacopas, cardamines, egerias, hemianthus, Heterantheras, hygrophilas, Limnophylas, lobelias, ludwigias, miriophyllums, najas, algunas pogostemon, rotalas, etc.

Plantas de raíz o rizomas

Se consideran plantas de raíz aquellas cuyas hojas nacen de un cuello común del que también nacen por el lado contrario las raíces. Algunas plantas del grupo serían por ejemplo especies pertenecientes a las Echinodorus y Vallisneria. Muchas de las especies de plantas de raíz debido a múltiples causas, ya sea por su procedencia terrestre o por su naturaleza, perderán muchas hojas tras el plantado en el nuevo acuario. Con el tiempo esas hojas perdidas serán repuestas.

Modo de plantado: Antes de acometerlo deberemos podar las raíces a fin de que estas se vean vigorizadas. Haremos lo mismo con las hojas en mal estado y las más cercanas al cuello común. Deberemos tener especial cuidado de que al plantarlas las raíces no queden machacadas ni vueltas para arriba. Esto podemos evitarlo haciendo el agujero previamente a la introducción de las raíces. Conviene enterrar en un principio el cuello de la planta y acto seguido tirar ligeramente de las hojas hasta que aparezca. Así se logra que todas las raíces apunten hacia abajo.

Modo de poda: Como norma genérica usaremos la de eliminar aquellas hojas que presenten deterioro y lo haremos cortándolas lo más cerca posible de su nacimiento.

Algunos ejemplos de plantas de rizoma son las anubias, todas las especies de microsorum, etc.

Plantas de bulbo

Como su nombre indica son aquellas cuyas hojas y raíces nacen de un bulbo. Algunas especies de plantas de bulbo son las del género Aponogeton. El bulbo es una especie de reserva de nutrientes y para una larga vida necesitan entrar en letargo, es decir: Es necesario forzar a la planta a través de un descenso de la temperatura del agua a entrar en letargo. Durante dicho periodo se conservan los bulbos en arena húmeda.

Modo de plantado: Se deberá poner especial atención en no enterrar el bulbo por completo en el sustrato. Es totalmente imprescindible dejar desenterrado aproximadamente la mitad del mismo. Una buena técnica es enterrar el bulbo por completo para después tirar de las hojas suavemente hasta alzarlo a la mitad.

Modo de poda: Igual al de las plantas de raíz. Las plantas de bulbo pueden generar hojas muy largas que alcancen la superficie del tanque. Si lo que pretendemos es tener una planta con más hojas, lo que debemos hacer es ir podando aquellas más largas.

Ejemplos de este tipo de plantas: familias Nymphaea, Aponogeton, etc.

Plantas de roseta:

 En las plantas de roseta todas las hojas nacen de un mismo punto, por lo que todas las hojas se encuentran a la misma altura del sustrato, es decir, en la base de la planta. Las plantas de roseta se van extendiendo a través de estolones, que son tallos rastreros que nacen de la base de la planta y crecen perpendicularmente a las hojas, buscando un nuevo sitio del sustrato donde enraizar y dar lugar a otra planta. A una planta de la que nacen estolones se la suele denominar planta madre. Todas las plantas de roseta, si tiene el desarrollo adecuado, se suelen convertir en plantas madre tarde o temprano. De no desear que se propague la planta por otras zonas del sustrato, simplemente cortaremos los estolones que vemos que asoman de la planta madre.

 Modo de plantado: Para sembrarlas, recortar algo las raíces de estar muy largas y no enterrar la roseta completamente, ya que corremos el riesgo de que la planta se pudra.

 En el caso de plantas de menor envergadura, como la glosso o la cuba, sí es recomendable enterrarla más, dejando siempre parte verde de la planta que asome, ya que es fácil que los peces de fondo las desentierren y acaben con el tiempo de siembra dedicado. Para ello, separaremos la planta principal en varias más pequeñas que iremos sembrando de forma separada (cada planta separada debe ser más de una sola planta, ya que al ser más pequeñas no es conveniente debilitarlas mucho con separaciones muy minuciosas). Evidentemente, a mayor envergadura de las mini plantas, mayor será la velocidad de propagación del conjunto y mayores las posibilidades de que cada plantita salga adelante.

 Modo de Poda: Podemos podar una planta de roseta o bien para quitarle frondosidad a la misma o bien para reproducirla y replantarla. Hay que tener en cuenta que en cualquier caso nunca se debe cortar una hoja a media altura, sino siempre desde la base, ya que de lo contrario la hoja cortada terminará pudriéndose. El mejor modo de podar una planta de roseta es cortar las hojas exteriores desde su base. Es conveniente dejar no menos de 4 ó 5 hojas por planta y rápidamente crecerán nuevas hojas. Si queremos propagar esas plantas hijas más allá de donde ha enraizado el estolón, simplemente cortaremos por el estolón (es conveniente cortar las partes restantes de estolón que quedan en cada planta porque se pudrirá igualmente) y replantaremos donde queramos.

 Algunos ejemplos de plantas de roseta: glossostigma, hemmiantus (cuba), lilaeopsis, sagitaria subulata, cryptocorynes, etc.

Consideraciones tras la compra

Una vez visto los tipos de plantas que existen debemos tener una cosa en cuenta común para todas ellas: En el comercio podemos encontrar las plantas bien en maceta o bien ancladas a un plomo. Tanto en uno como en otro caso dichos elementos han de ser retirados previamente al plantado. Incluido en el caso de las de maceta la lanilla interior que acompaña a las raíces.